Construir cualquier tipo de relación en base a unos cimientos sólidos lleva tiempo y dedicación. Desde las primeras citas, cuando hablamos de una relación de pareja, en las que todo son nervios, ropa de estreno y perfume,hasta lograr una relación de confianza, afianzada en el tiempo, en la que te comprendes con una sola mirada, existe un largo camino en el pasamos por diferentes etapas secuenciales. Pues bien, no es que queramos ponernos románticos, pero las relaciones que se establecen entre empresas y clientes en las redes sociales tienen un transcurso parecido. Vamos a ello…
Nos topamos con muchas empresas en las que, con la mejor intención, se lanzan a publicar contenido en redes sociales, sin ton ni son, un poco así al tun-tun… Llevados por las ganas iniciales de querer comunicarnos con nuestros actuales y potenciales clientes, podemos correr el riesgo de creer que tomamos delantera para después tener que frenar. Es habitual ver perfiles de redes sociales inactivos durante semanas que, de repente, realizan cinco posteos en una misma semana para volver acto seguido al desierto de las publicaciones. También nos encontramos aquellos perfiles que claramente no siguen una estrategia de contenidos y publican por intuición o fruto de la ocurrencia del momento. Rara vez, estas prácticas darán buenos resultados a lo largo del tiempo y nos ayudarán a atraer clientes para que compren en nuestra pequeña empresa, lo que, en definitiva, es nuestro fin último.
Como no queremos que te pase esto cuando decidas iniciarte en la utilización de las redes sociales como canal de marketing digital, hemos preparado un artículo con el que podrás dar los primeros pasos para definir la estrategia en redes sociales de tu pequeña empresa.
Pasos a seguir para definir la estrategia en redes sociales.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que debemos tratar de conseguir que las redes sociales trabajen para nuestra empresa y no a la inversa. Si eres un empresario o empresaria, o bien diriges el departamento de marketing de una empresa, te faltarán horas para llegar a todas las tareas diarias, así que es fundamental tratar de optimizar al máximo el tiempo que dedicamos a nuestra estrategia de marketing en redes sociales e intentar que sean las redes las que nos ayuden en nuestro día a día.
Con nuestros objetivos al fin del mundo.
Antes de nada, tenemos que definir los objetivos que guiarán nuestra estrategia en redes sociales. Nuestro objetivo es la meta al final de la carrera de obstáculos y la estrategia será la forma en la que conseguiremos alcanzarla. Por tanto, es recomendable tener bien definidos los objetivos antes de comenzar. Si hemos realizado un plan de marketing digital previamente, nos servirá de mucha ayuda para concretarlos, ya que en el plan de marketing habremos definido que acciones y tácticas seguiremos en las diferentes redes sociales en las que tengamos perfil y que actuarán como un canal más de marketing digital. Si no has creado tu plan de marketing digital todavía, consulta el post de Bilib “Cómo crear un plan de marketing digital en 6 pasos”.
Nuestros objetivos en redes sociales pueden ser de diversos tipos. Como tres grandes bloques, podremos decir que nuestros objetivos pueden ser comerciales, de marca/branding o de comunicación. Dicho de otra forma, pueden ser atraer tráfico a nuestra web y generar leads; amplificar nuestro mensaje de marketing o construir nuestra marca y posicionarnos en nuestro sector.
Sean del tipo que sean, es recomendable que nuestros objetivos reúnan los siguientes requisitos: los objetivos deben ser específicos, realistas, medibles y acotados en el tiempo. Algunos ejemplos de objetivos en redes sociales pueden ser: “Conseguir atraer tráfico a nuestra web o tienda online”; “generar engagement/compromiso en los seguidores”; “promocionar productos y/o servicios”; “vender productos y/o servicios a través de las redes sociales”; “aumentar tu comunidad online” o “mejorar la reputación online de nuestra empresa/marca”, entre otros.
Cabe destacar que los objetivos están en constante evolución, están vivos, por lo que pueden ir evolucionando con el paso del tiempo. Si al trabajar en las redes sociales te percatas de nuevos objetivos, no dudes en introducirlos en tu estrategia de redes sociales.
Encontrar a nuestro público objetivo y enamorarle.
Cada empresa y marca tiene su público objetivo concreto, su target. Aunque puede tener puntos en común con los públicos objetivos de otras marcas, nuestro target tendrá unos matices que lo harán único. Para encontrar a nuestro público objetivo, aquel para el que elaboraremos nuestras acciones de marketing, puede ser recomendable mantener una escucha activa, interna y externa. Es decir, debemos analizarnos a nosotros mismos en base a: la actividad que hemos tenido hasta ahora en nuestros perfiles de redes sociales (si es que los tenemos creados); determinar cuáles son nuestros puntos fuertes y aquellos en los que flaqueamos; intentar descubrir cuáles son las opiniones de nuestros actuales clientes sobre la marca; definir las palabras clave que más búsquedas arrojan en nuestro sector; aprender de lo mejor y lo peor que hacen nuestros competidores y estudiar el entorno.
Una vez realizado este proceso de escucha activa, es probable que hayamos obtenido una serie de aprendizajes que nos darán ventaja a la hora de definir nuestra estrategia en redes sociales.
Llegados a este punto, trataremos de saber cuáles son los temas y contenidos que más interesan a nuestro público objetivo, los que generan más engagement. Para ello, podemos intentar segmentar a nuestra audiencia (sexo, edad, género, intereses, etc.) para adecuar los mensajes que lancemos a cada grupo y seleccionar la red social más adecuada para cada fin.
Mejor una red social bien trabajada que muchas abandonadas.
Con nuestro público objetivo definido, llega el momento de elegir en qué redes sociales queremos tener presencia. En el Estudio Anual de Redes Sociales 2018 de IAB Spain encontrarás algunos datos claves para definir en qué redes estar en función de tu target. A grandes rasgos, si te diriges a un público empresarial ya que tu negocio es B2B, Linkedin puede ser una buena red social en la que tener una presencia activa, si, por el contrario, te diriges al cliente final, Facebook puede ser un buen canal. Si tu marca o empresa cuenta con contenido muy visual, por ejemplo, eres una marca de moda o una tienda gourmet, Instagram o Pinterest pueden ayudarte en tu estrategia.
No es necesario estar en todas las redes sociales. De hecho, puede ser contraproducente tener perfiles en redes sociales abandonados por los que las bolas de paja del Oeste campen a sus anchas. Puede ofrecer a nuestros potenciales clientes una imagen de dejadez que no nos interesa.
Teniendo en cuenta el tiempo que tienes para dedicar a las redes sociales, que suponemos que no es mucho, es recomendable elegir una red social principal, aquella en la que nuestro público objetivo esté más activo y volcar nuestros esfuerzos en ella, teniendo en la retaguardia una o dos redes más con las que complementar nuestra presencia en redes.
Creación de contenidos ¿Cómo atraer a las musas?
Para que al comienzo no te ahogues en un mar de contenidos posibles, puede serte útil concentrar tus esfuerzos como creador o creadora de contenidos en tres o cuatro temas clave. Estos temas serán los que guíen tu plan editorial. Para determinar cuáles son esos temas estrella, fíjate en que coincidan de alguna manera con las principales líneas de negocio que pretendes reforzar, con los planes generales del negocio y, por supuesto, con los intereses de tus clientes.
Para optimizar tiempo, puedes crear una “despensa” de contenidos propios en tu blog de empresa, localizar páginas o medios de noticias que generen contenidos de interés para tu audiencia relacionados con tu empresa, o piensa en acciones de marketing que sirvan para difundir tus productos o servicios (incluso vinculadas a momentos determinados del año como Halloween, Navidad, Black Friday, cambio de estación, etc.). Ten en cuenta que puedes programar tus posteos/publicaciones en redes sociales a semanas vista y olvidarte de publicar en ese tiempo. Puedes programar tus posteos en tus propios perfiles de redes sociales como ocurre en Facebook o a través de herramientas externas como Hootsuite o Buffer. Eso sí, trata de estar pendiente de si se producen interacciones o recibes mensajes a través de las redes, ya que cada vez más los usuarios utilizan los canales sociales para comunicarse con las marcas. Trata de interactuar con tus seguidores y acepta las críticas si se produjesen.
Como consejo extra, puede ser recomendable que cuentes con una página web y que no supedites tu presencia online únicamente a las redes sociales. Ten en cuenta que las redes sociales son cambiantes, sus algoritmos no paran de evolucionar, por lo que es mejor que tengas tu página web como “campamento base” en el que recibir a tus clientes, evitando así sustos mayores en las redes.
Definir una estrategia de contenidos que “enganche” a tu audiencia.
Tu estrategia en redes sociales debe estar alineada con los objetivos definidos y con los intereses de tu target. Si uno de los objetivos definidos es “conseguir leads” puedes crear un concurso o sorteo (respetando la normativa legal) para lograr que potenciales clientes se acerquen a tu marca. En este proceso puede ser recomendable que trabajes muy bien el mensaje que vas a transmitir. Un mensaje bien estructurado puede ser clave para atraer o no a nuevos clientes.
Una vez elegido el mensaje, queda otro aspecto importante que decidir: el formato a utilizar. Ten en cuenta que los usuarios de redes sociales recibimos un importante volumen de impactos en la pantalla de nuestro smartphone y decidimos instintivamente aquellos en los que clicamos, damos like o compartimos. La decisión con nuestro dedo soberano se toma en milésimas de segundo, por lo que, como empresa, debemos jugar bien nuestras cartas para lograr que se produzca la interacción deseada. Los formatos que generan más engagement son el vídeo y las imágenes, aunque existen muchas más opciones como noticias de interés, cupones descuento, infografías, encuestas, juegos online, eventos, etc.
En cualquier caso, si hay algo común a cualquier estrategia de redes sociales es ser constante con las temáticas elegidas y tratar de generar interés en el usuario.
Planificar y calendarizar para no fallar.
Una vez definidos los contenidos que vas a publicar, puede serte útil crear un calendario editorial en el que calendarizar la publicación de tus contenidos. No tiene por qué ser inamovible, pero te permitirá tener una guía para distribuir los diferentes contenidos por temática, otorgar prioridades, definir frecuencias e incluso incluir los copys/mensajes con los que publicarás cada posteo en redes.
Este calendario editorial también podrá servirte para asignar contenidos a las diferentes personas del equipo que intervengan en la creación de la estrategia en redes sociales.
Invertir en publicidad online (opcional).
Construir una comunidad activa en torno a una marca en una red social no es tarea fácil. Requiere de mucho tiempo y, en ocasiones, podemos tener la tentación de tirar la toalla si no vemos resultados en el corto plazo. No te preocupes, nos ha pasado a todos... Construir una comunidad de forma orgánica requiere de mucho tiempo y esfuerzo, por lo que la inversión en publicidad online en redes sociales puede darte un “empujoncito” en tu estrategia. En función del presupuesto que tengas, la publicidad en redes puede ayudarte en acciones puntuales y reforzar así tu feed orgánico.
Medir y evolucionar ¡Esta estrategia está viva!
Como comentábamos anteriormente, las estrategias de redes sociales están tan vivas como las propias redes y los gustos y tendencias de los usuarios. La forma en la que interactuamos con las redes evoluciona sin cesar y las marcas y empresas deberían estar al día sobre estos cambios para no quedarse en el vagón de cola. Las estrategias, por tanto, deben estar vivas e ir evolucionando.
Una vez lanzada nuestra estrategia puede ser recomendable monitorizarla desde el primer momento para realizar acciones correctivas si fueran pertinentes. Si los datos iniciales no son los que esperabas, no te agobies, ya que, como decíamos, se requiere tiempo para ver la evolución real.
Con el fin del medir el ROI (retorno de la inversión, por sus siglas en inglés) puede ser recomendable definir, antes de comenzar, los indicadores clave o KPIs para llevar un control sobre si los pasos que estamos dando son los certeros. Un KPI puede ser “conseguir leads”; “aumentar seguidores” o “mejorar el engagement”, entre otros.
Y, sobre todo, y lo más importante, disfruta definiendo y llevando a cabo tu estrategia de redes sociales. Si tú te diviertes, es posible que los clientes te acompañen.
En el Centro de Apoyo Tecnológico de Castilla-La Mancha “Bilib” puedes formarte de forma gratuita y mejorar tus habilidades digitales en nuestra plataforma Formados en la que encontrarás una amplia variedad de recursos formativos. Si prefieres formarte a través de material audiovisual, Bilib pone a tu disposición los cursos gratuitos en formato webinar a los que puedes acceder a través de este enlace.