- La Unión Europea, en el Marco de Competencia Digital Europea (DigComp), establece 21 competencias digitales clasificadas en 5 áreas que identifica y mejora las capacidades y competencias para hacer uso de las TIC.
- Repamos cuáles son, en qué consiste y dónde puedes adquirir, potencias y mejorar tus habilidades digitales.
Si hace no tantos años saber leer y escribir era una competencia básica para el desarrollo personal y profesional en sociedad de cualquier persona, hoy día contar con competencias digitales básicas se muestra como una herramienta tan necesaria como en su momento lo fue saber leer o escribir. Para dar forma a esas competencias digitales, definirlas y matizarlas, desde la Unión Europea se ha puesto en marcha el Marco de Competencia Digital Europea, DigComp, que identifica 21 competencias digitales clasificadas en 5 áreas.
Es una clasificación que se publicó por primera vez en 2013 y que permite a profesionales y usuarios identificar y mejorar sus capacidades y competencias para hacer uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Supone, en definitiva, un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y estrategias que se requieren para el uso de los medios digitales y de las TIC.
La propia Comisión Europea define competencia digital como “el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, estrategias y concienciación que el uso de las TIC y de los medios digitales requiere para realizar tareas, resolver problemas, comunicar, gestionar la información, colaborar, crear y compartir contenidos y generar conocimiento de forma efectiva, eficaz, adecuada, crítica, creativa, autónoma, flexible, ética, reflexiva para el trabajo, el ocio, la participación, el aprendizaje, la socialización, el consumo y el empoderamiento”. Es decir, estas competencias digitales van más allá del uso habitual que hacemos de las TIC y pasa por un uso crítico, creativo y seguro para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad. Ello requiere además conocimiento de un lenguaje específico, de pautas concretas de comportamiento o de programación y conlleva el control de aplicaciones informáticas, el acceso a fuentes seguras y el conocimiento de los derechos y las libertades con las que cuentas las personas en el mundo digital.
El Marco de Competencia Digital Europea también es una referencia para el desarrollo y planificación de iniciativas en materia de competencia digital, tanto a nivel europeo como de los estados miembro. En este sentido, desde el Centro de Desarrollo de Competencias Digitales de Castilla-La Mancha, Bilib, se ofrece formación en estas competencias para que el usuario pueda desarrollar habilidades digitales, beneficiarse y ser parte, personal y profesionalmente, de la sociedad digital actual. La oferta formativa es amplia y abarca distintos sectores y competencias en distintos niveles y para todos los perfiles.
Veamos cuáles son las 21 competencias digitales del Marco de Competencia Digital Europea y las cinco áreas en la que se clasifica.
Área de Alfabetización en información y datos.
Consiste en la capacidad para identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar la información digital, evaluando su finalidad y relevancia. Se descompone en tres competencias:
Navegación, búsqueda y filtrado de información. El usuario debe saber buscar información en la red y acceder a ella, articular las necesidades de información, encontrar información relevante, seleccionar recursos de forma eficaz, gestionar distintas fuentes de información, crear estrategias personales de información.
Evaluación de la información. Consiste en recabar, procesar, comprender y evaluar la información de forma crítica.
Almacenamiento y recuperación de la información. Tiene que ver con saber gestionar y almacenar información y contenidos para su fácil recuperación, organización y datos.
Área de Comunicación y colaboración.
El ciudadano con competencias en esta área, ha de ser capaz de comunicar en entornos digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea, conectar y colaborar con otros a través de herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes. Agrupa a 6 competencias:
Interacción mediante nuevas tecnologías. Un usuario con esta competencia debe saber interaccionar por medio de diversos dispositivos y aplicaciones digitales, entender cómo se distribuye, presenta y gestiona la comunicación digital, comprender el uso adecuado de las distintas formas de comunicación a través de medios digitales, contemplar diferentes formatos de comunicación, adaptar estrategias y modos de comunicación a destinatarios específicos.
Compartir información y contenidos. Es decir, compartir la ubicación de la información y de los contenidos encontrados, estar dispuesto y ser capaz de compartir conocimiento, contenidos y recursos, actuar como intermediario/a, ser proactivo/a en la difusión de noticias, contenidos y recursos, conocer las prácticas de citación y referencias e integrar nueva información en el conjunto de conocimientos existentes.
Participación ciudadana en línea. Tiene que ver con la capacidad de implicarse con la sociedad mediante la participación en línea, buscar oportunidades tecnológicas para el empoderamiento y el auto‐desarrollo en cuanto a las tecnologías y a los entornos digitales, ser consciente del potencial de la tecnología para la participación ciudadana.
Colaboración mediante canales digitales. Se basa en el uso de tecnologías y medios para el trabajo en equipo, para los procesos colaborativos y para la creación y construcción común de recursos, conocimientos y contenidos.
Netiqueta. Tener esta competencia correctamente desarrollada implica estar familiarizado con las normas de conducta en interacciones en línea o virtuales, estar concienciado en lo referente a la diversidad cultural, ser capaz de protegerse a sí mismo y a otros de posibles peligros en línea (por ejemplo, el ciberacoso) y desarrollar estrategias activas para la identificación de las conductas inadecuadas.
Gestión de la identidad digital, que supone crear, adaptar y gestionar una o varias identidades digitales, ser capaz de proteger la propia reputación digital y de gestionar los datos generados a través de las diversas cuentas y aplicaciones utilizadas.
Área de Creación de contenido digital.
Consiste en crear y editar contenidos nuevos (textos, imágenes, videos), integrar y reelaborar conocimientos y contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos de propiedad intelectual y las licencias de uso. Alberga 4 competencias:
Desarrollo de contenidos. Es ser capaz de crear contenidos en diferentes formatos, incluyendo contenidos multimedia, editar y mejorar el contenido de creación propia o ajena, expresarse creativamente a través de los medios digitales y de las tecnologías.
Integración y reelaboración. El usuario ha de saber modificar, perfeccionar y combinar los recursos existentes para crear contenido y conocimiento nuevo, original y relevante.
Derechos de autor y licencias. Un ciudadano con competencias en esta materia ha de entender cómo se aplican los derechos de autor y las licencias a la información y a los contenidos digitales.
Programación. Esto es, realizar modificaciones en programas informáticos, aplicaciones, configuraciones, programas, dispositivos, entender los principios de la programación y comprender qué hay detrás de un programa.
Área de Seguridad.
El ciudadano con competencias digitales en seguridad debe ser capaz de usar las TIC sin olvidar la protección personal, la protección de datos, la protección de la identidad digital, hacer un buen uso de seguridad, un uso seguro y sostenible. Esta área se compone de 4 competencias:
Protección de dispositivos. Consiste en proteger los dispositivos propios y comprender los riesgos y amenazas en red, conocer medidas de protección y seguridad.
Protección de datos personales. Esta competencia pasa por entender los términos habituales de uso, proteger activamente los datos personales, respetar la privacidad de los demás, protegerse a sí mismo de amenazas, fraudes y cyberbullying.
Protección de la salud, es decir, saber evitar riesgos para la salud relacionados con el uso de la tecnología en cuanto a amenazas para la integridad física y el bienestar psicológico.
Protección del entorno. Tener en cuenta el impacto de las TIC sobe el medio ambiente.
Área de Resolución de problemas.
Se basa en la identificación de necesidades y recursos digitales, la toma de decisiones a la hora de elegir la herramienta digital apropiada, acorde a la finalidad o necesidad, la resolución de problemas conceptuales a través de medios digitales y de problemas técnicos, el uso creativo de la tecnología, y la actualización de la competencia propia y la de otros. Reúne 4 competencias:
Resolución de problemas técnicos. Identificar posibles problemas técnicos y resolverlos (desde la solución de problemas básicos hasta la solución de problemas más complejos).
Identificación de necesidades y respuestas tecnológicas. Esta competencia consiste en analizar las propias necesidades en términos tanto de uso de recursos, herramientas como de desarrollo competencial, asignar posibles soluciones a las necesidades detectadas, adaptar las herramientas a las necesidades personales y evaluar de forma crítica las posibles soluciones y las herramientas digitales.
Innovar y utilizar la tecnología de forma creativa. Tiene que ver con la disrupción en el uso de la tecnología, en la participación activamente en producciones colaborativas multimedia y digitales, en la expresión de forma creativa a través de medios digitales y de tecnologías, en la generación de conocimiento y la resolución de problemas conceptuales con el apoyo de herramientas digitales.
Identificación de lagunas en la competencia digital. Comprender las necesidades de mejora y actualización de la propia competencia, apoyar a otros en el desarrollo de su propia competencia digital, estar al corriente de los nuevos desarrollos.
Teniendo en cuenta las 21 competencias analizadas, es hora de incidir en la necesaria formación y en el refuerzo de las habilidades digitales que debería adquirir cualquier ciudadano del siglo XXI. Para alcanzar esta tarea, se han puesto en marcha recursos desde las administraciones. Es el caso del Centro de Desarrollo de Competencias Digitales de Castilla-La Mancha, Bilib. En él puedes encontrar recursos formativos online y presenciales, talleres y píldoras formativas o webinars con los que ampliar o perfeccionar estas competencias. Independientemente de tu nivel inicial de habilidades, en Bilib tienes a tu disposición cursos básicos, intermedios y avanzados para avanzar en tu desarrollo personal y profesional. En la plataforma Formados, pensada para la formación TIC gratuita y de calidad y adaptada a todos los niveles, cuentas con un buscador donde encontrar la formación que mejor se adapta a ti, a tus demandas y necesidades. Junto a esta formación online, cuentas con formación presencial, que puedes consultar en este enlace, en distintos puntos de las cinco provincias de Castilla-La Mancha. También desde Bilib se pone a disposición de quien lo requiera una red de Puntos de Inclusión Digital y Centros de Internet, espacios donde acudir a navegar libremente por Internet y acercarse a las TIC. Encuentra el punto más cercano a tu localidad en este link.