En el año 2050 alrededor del 70% de la población mundial vivirá en las grandes metrópolis mundiales. Al menos, esta es la cifra que adelanta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) partiendo de la realidad actual en la que el 55 % de la población ya reside en las grandes urbes.
Esta concentración poblacional plantea una serie de desafíos desconocidos hasta el momento. Si no queremos que las boinas de contaminación y el caos circulatorio conviertan las grandes ciudades en irrespirables e insufribles para los ciudadanos, es necesario tomar medidas para resolver los problemas que las aquejan. El objetivo es lograr ciudades más sostenibles que ofrezcan una mejor calidad de vida.
Para conseguirlo, la quinta generación de infraestructuras de comunicaciones, más conocida como tecnología 5G, será imprescindible para el desarrollo de las ciudades inteligentes.
Las smart cities son una realidad cada vez más palpable. De hecho, ya se aplican algunas soluciones en distintas ciudades del mundo que nos acercan a estas ciudades inteligentes.
Ciudades más eficientes y conectadas
Para comprenderlo mejor, comparando estas tecnologías inalámbricas con un organismo vivo, podríamos realizar la siguiente analogía: si en el 3G y el 4G la cantidad de células era inferior y las conexiones entre ellas eran más lentas; con la tecnología 5G el organismo vivo crece aumentando su nivel de células y la velocidad de las conexiones que se establecen entre ellas.
Si lo comparamos con un hogar inteligente, una smart city o ciudad inteligente, vendría a ser una vivienda domótica a gran escala, en la que, al igual que en el hogar, se conectan los electrodomésticos y dispositivos digitales para mejorar la eficiencia de las tareas diarias a través del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). En la ciudad inteligente, estas redes 5G conectarán los servicios públicos entre sí para conseguir ciudades más eficientes.
En los próximos años el concepto de “la ciudad que nunca duerme” será más real que nunca. Ciudades vibrantes y llenas de vida que también pretenden ‘cuidar’ a las personas que viven en ellas y ser respetuosas con el medio ambiente.
El impacto de la tecnología 5G en las ciudades se verá en distintos ámbitos, convirtiendo los espacios urbanos en lugares más inteligentes, aunque algunas voces también apuntan a espacios públicos más intrusivos y deshumanizados. En este post repasamos los ámbitos urbanos en los que más impactará el 5G y descubrimos cómo cambiará nuestro día a día en las ciudades.
Mejor gestión del tráfico
La tecnología 5G traerá consigo mayores velocidades de datos, además de mejores coberturas con nuestros smartphones, tiempos de respuesta más ágiles en las acciones que desarrollemos y mayor estabilidad en la red. Todo esto está muy bien, pero, ¿de qué forma transformará el 5G el entorno urbano en el que vivimos las personas en las ciudades? La gestión del tráfico será una cuestión clave.
La tecnología 5G es capaz de gestionar una cantidad ingente de datos lo que, en el ámbito del tráfico, permitirá que los ‘coches inteligentes’ puedan, además de comunicarse con los smartphones de sus usuarios, ser capaces de contactar con otros vehículos o con los semáforos distribuidos por la ciudad para prever posibles colapsos de tráfico y evitar accidentes.
La red inalámbrica 5G permitirá monitorear el flujo del tráfico a través de sensores. Los sistemas de navegación para vehículos irán un paso más allá para evitar al conductor las rutas con tráfico denso e informarle sobre los lugares libres de estacionamiento en las ciudades.
En transporte público, estos sistemas inteligentes permitirán monitorear la cantidad de usuarios que utilizan el servicio, conocer las rutas más transitadas para agilizar su afluencia o gestionar la energía que utilizan.
Estos sistemas permitirán, además, importantes ahorros de costes en la gestión de los recursos públicos reduciendo las acciones para minimizar la polución, el consumo de combustibles y las reparaciones de la red viaria tras accidentes. En este sentido, el sistema INRIX es de lo más avanzado que existe hasta el momento para entender y hacer más inteligente la movilidad en las ciudades. Según un informe reciente del Medidor INRIX del Tráfico, España es el undécimo país europeo más congestionado, por lo que el 5G, previsiblemente, será un aliado en nuestras ciudades.
Más seguridad vs menos privacidad
La seguridad será también un aspecto clave a tratar en las ciudades del futuro. A través de la tecnología 5G prevén que se minimice la criminalidad y se solucionen los conflictos de forma más eficiente. En este ámbito, las amplias bases de datos policiales y el machine learning permitirán aumentar la seguridad con la que viven los ciudadanos.
Sin embargo, este aumento en la seguridad tiene un contrapunto de intromisión y control que despierta también muchas críticas. De hecho, estas soluciones que aumentan la seguridad se sitúan en una delgada línea que recuerda al Gran Hermano de la novela ‘1984’ de George Orwell, por lo que su gestión deberá ser muy transparente.
Por poner ejemplos reales, en China, concretamente en la ciudad de Zhengzhou, los policías de la estación ferroviaria de la ciudad están utilizando unas gafas similares a las Google Glass que, conectadas a las bases de datos policiales, son capaces de reconocer a los delincuentes y extraer su historial reciente desde Internet. A través del reconocimiento facial que proporciona este gadget, se compara la información obtenida al instante con los delincuentes que están siendo buscados en la base de datos policial. También en China, el sistema Sky Net vigila a través de 24 millones de cámaras de seguridad todos los movimientos del parque de vehículos chino desde 2015.
Salud pública más rentable
La tecnología 5G aplicada a la salud pública pretende disminuir las tasas de hospitalización monitoreando de forma remota a los pacientes en sus propios hogares. Además, conectará la red completa de servicios de emergencia que operan en las ciudades favoreciendo así la cooperación y la colaboración. Esta mayor eficiencia, pretenden que se refleje también en un ahorro en los costes derivados de los sistemas de salud pública. La idea es que la salud pública sea más rentable y accesible a todos.
Ahorro en el suministro de energía
El 5G pretende gestionar de forma más adecuada las necesidades energéticas de las ciudades inteligentes y ahorrar en los consumos, por ejemplo, en alumbrado público. Estos sistemas inteligentes permitirán medir el consumo de electricidad en las ciudades para hacerlas más eficientes.
Pretenden reducir los picos en el consumo para reducir la cantidad de energía necesaria y, ante fallos en el suministro, se podrá medir la incidencia en tiempo real, será posible repartir o cambiar las cargas hacia otros transformadores y, además, el sistema permitirá aprender de la experiencia gracias al machine learning para que se minimicen las incidencias y fallos en el suministro.
Otra solución interesante en alumbrado público será la de atenuar las luces de las farolas si no detectan transeúntes. Así, se reducirá el consumo de energía y, por consiguiente, el coste energético.
Según investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, España es, junto a Italia, el país de la Unión Europea que más gasto tiene en alumbrado público por cada habitante registrando un gasto de 950 millones de euros al año.
Gestión de residuos más eficiente
Un reto fundamental de las ciudades del futuro será la gestión que se realice de los residuos urbanos. Con el aumento de la población, el incremento de los residuos urbanos podría colapsar la gestión que se lleva a cabo en la actualidad.
La tecnología 5G pretende desarrollar un plan estratégico de gestión de residuos urbanos con el fin de optimizar el servicio en todas sus etapas (recogida, transporte y tratamiento de los residuos), mejorar la calidad del servicio, ahorrar recursos y reducir el impacto ambiental.
Este plan estratégico debe adaptarse a las necesidades de cada ciudad y debe permitir recoger datos relevantes, en tiempo real, a través de sensores y centros de atención conectados entre sí. En este novedoso sistema de gestión de residuos urbanos entran en juego tecnologías como el internet de las cosas, machine learning, el big data o soluciones geo-espaciales.
Viviendas inteligentes en ‘smart cities’
Dentro de las ciudades inteligentes, no podían faltar las viviendas inteligentes. Hogares automatizados, con control remoto y que conectan dispositivos digitales entre sí ya no son espacios que veamos únicamente en las películas de ciencia ficción.
El inicio de la primera fase del 5G está previsto a partir de este mismo año, momento en el que las ciudades comienzan ya su transformación y, con ella, el cambio en nuestras vidas. Solamente en Estados Unidos, según han declarado directivos de Accenture, se invertirán 275 millones de dólares durante los próximos siete años.
La Unión Europea, por su parte, ha publicado la hoja de ruta del 5G que detalla el despliegue de estas infraestructuras. En España, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha elaborado el Plan Nacional 5G 2018-2020 con medidas para el impulso de soluciones en este ámbito.