2018 está siendo un buen año para la creación de empresas en Castilla-La Mancha. Si nos fijamos en los últimos datos disponibles extraídos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado mes de junio el índice de creación de empresas subió un 2,1% en la región (respecto al mismo mes de 2017), sumando 238 nuevas empresas. Sin embargo, al mismo tiempo, se disolvían 32 sociedades mercantiles en la región. Una de cal y otra de arena.
Los cierres de una empresa pueden darse por muy diversas causas, aunque la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae) apunta a que uno de cada cuatro autónomos cesa su actividad durante el periodo de consolidación (en los dos primeros años), siendo una de las causas señaladas carecer de un plan de negocio o plan de empresa adecuado que analice previamente la viabilidad del proyecto.
Cuando tenemos una idea de negocio solemos tener la necesidad de llevarla a cabo lo antes posible. Nos entran las prisas y queremos materializarla más pronto que tarde. Sin embargo, expertos consultores de empresa recomiendan que “echemos el freno” y analicemos los pros y los contras de la creación del negocio en cuestión, teniendo en cuenta el entorno, la situación de mercado, los competidores, nuestra experiencia en el sector o las posibilidades de financiación, entre otras cuestiones.
Así que, siguiendo el consejo de los expertos, en este post vamos a explicarte qué es un plan de negocio, por qué es tan importante a la hora de emprender, y te recomendaremos una estructura orientativa para poder llevarlo a cabo. Ten en cuenta que su realización requerirá de tiempo y esfuerzo, pero no te desanimes, ya que redactar un plan de negocio o plan de empresa puede ayudarte a comenzar a materializar la idea y a llevar a cabo los cambios y las correcciones necesarias antes de “levantar la persiana”.
¿Qué es un plan de negocio?
Un plan de negocio es un documento escrito de no más de 30 páginas que te servirá para marcar el rumbo de tu viaje como emprendedor. Este documento te ayudará a comenzar tu aventura de emprendimiento sin ir a ciegas.
Elaborar un plan de negocio no es una garantía de que tu empresa vaya a ser un éxito; la buena marcha de tu negocio dependerá de muchos factores, pero, sin duda, este documento podrá ayudarte a madurar la idea; a establecer unos objetivos realistas; a tener más clara la hoja de ruta para poder alcanzarlos y a definir la financiación necesaria. Un plan de negocio es una “guía”, o como decíamos, una “hoja de ruta” que sentará los cimientos para transformar tu proyecto o idea de negocio en una realidad empresarial cada vez más palpable.
Por tanto, el objetivo último que persigue este documento es que la idea de negocio se convierta en una empresa real. Para ello, deberás realizar un análisis pormenorizado de la idea de negocio para conocer su viabilidad en diferentes aspectos. Se debe analizar la viabilidad técnica, la económica y financiera, así como la social y la medioambiental. En base a este análisis, definiremos los procedimientos, estrategias y acciones que debemos realizar para que la empresa se haga realidad. Te servirá para tener más claro el potencial real de tu negocio y te prepararás para asumir los riesgos derivados de emprender.
Se trata de “testear” las posibilidades antes de lanzarnos a la piscina para determinar si los beneficios compensan los riesgos a sumir por parte del emprendedor. En este documento debemos tratar de detallar al máximo posible el proyecto empresarial que deseamos lanzar al mercado, y debemos hacerlo de forma fácilmente comprensible. El plan de negocio debe ser claro, atractivo, conciso y realista.
Algunos expertos recomiendan añadir al comienzo, en las primeras páginas, un resumen ejecutivo como los datos y las ideas más relevantes acompañados de información gráfica que clarifique la información contenida en el documento. Piensa que el plan de negocio puede ser, en muchos casos, el vehículo para conseguir financiación. Por tanto, es posible que debas presentarlo ante instituciones públicas para conseguir subvenciones o ante entidades financieras o inversores privados que lo financien. Así que, debes facilitar al máximo la “digestión” de la información por parte de quien lo lea.
Ten en cuenta, además, que un plan de negocio debe ser un documento al que recurramos a lo largo de la vida del negocio. Es un proceso recurrente e iterativo, por lo que el plan de negocio puede ser una buena herramienta incluso para retomar el rumbo en momentos de crisis.
Es un trámite recomendable tanto para grandes organizaciones como para pequeñas empresas, e incluso puede servir para el lanzamiento de nuevas divisiones de negocio en empresas ya consolidadas o para el lanzamiento de nuevos productos. Si lo hacen las compañías que ya trabajan con éxito en el mercado, seguro que también resulta útil a la hora de emprender, ¿no crees? Vamos a ver las razones por las que es importante contar con un plan de negocio si estamos decididos a emprender.
¿Por qué es importante tener un plan de negocio si queremos emprender?
- Te ayudará a definir el modelo de negocio.
- Analizarás tu mercado potencial y podrás conocer mejor al perfil de cliente al que te diriges.
- Te servirá para valorar tus capacidades.
- Estarás más preparado para asumir riesgos que puedan presentarse cuando comiences la actividad.
- Gracias al plan de negocio podrás definir los objetivos en base a los que planificar las estrategias, acciones a realizar y medios a emplear.
- Tendrás más claros los recursos propios con los que cuentas a la hora de emprender y, por tanto, las necesidades de financiación que tendrá tu iniciativa empresarial.
- Podrás detallar la forma en la que invertirás los recursos de los que dispones.
- Te servirá para definir el capital humano necesario para llevar a cabo la actividad, así como sus funciones concretas.
- Un plan de negocio puede ser el instrumento ideal en el que incluir el “plan de contingencia” que te permitirá enfrentarte con mayores garantías a cualquier eventualidad cuando comiences con la actividad.
- Puede serte útil para atraer inversionistas en entornos de Business Angels, por ejemplo, o para conseguir financiación ante entidades financieras demostrando la viabilidad de tu proyecto.
La estructura del plan de negocio
Aunque te parezca complicado de realizar, no es para tanto. Una vez superado el primer momento de temor a la página en blanco, realizar un plan de negocio es cuestión de ir completando las fases que suelen ser comunes a todos los planes de negocio. Aunque existen estructuras de planes de negocio muy diferentes, la mayoría de ellos comparten unas grandes áreas básicas que podemos concretar en cinco:
- Presentación del negocio: en esta primera fase de análisis debes incluir el nombre de la empresa, describir el concepto de negocio, la oferta concreta que lanzas al mercado, la propuesta de valor diferencial y ventajas competitivas de tu negocio, además de los objetivos globales que persigue. En esta primera fase también incluiremos la misión (define nuestra actividad), la visión (concreta las metas que queremos alcanzar) y valores (son los principios que rigen nuestra actividad diaria y la cultura corporativa).
- Análisis del entorno: en esta fase hay que analizar el mercado potencial que afectará a la nueva empresa. Es decir, debemos conocer bien el sector en el que vamos a desarrollar nuestra actividad, su evolución a lo largo del tiempo, su comportamiento y nuevas tendencias que le influyen. También es recomendable analizar a la competencia y a los clientes potenciales. En esta fase puede sernos muy útil la herramienta DAFO con la que nos analizamos a nosotros mismos como empresa y a nuestro entorno. Se trata de determinar las debilidades (de nuestra empresa), las amenazas (del entorno), las fortalezas (de nuestra empresa) y las oportunidades (del entorno) de la iniciativa empresarial que vas a emprender. Por último, en esta fase también definiremos los canales de distribución a emplear.
- Estrategia comercial: en esta fase podemos definir la localización más adecuada para el negocio, la estrategia de precios, la estrategia de ventas y distribución y la estrategia de producto. Con todo ello, podremos concretar el plan de marketing y comunicación que vamos a seguir para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado. Además de las estrategias de marketing, es recomendable definir las acciones que desarrollaremos en cada una de estas estrategias.
- Recursos humanos y producción: en este punto podremos definir el proceso productivo que vamos a seguir, así como el capital humano que vamos a necesitar detallando sus funciones concretas. Aunque comiences el proyecto en solitario, trabajar esta parte te permitirá hacer crecer tu empresa sobre el papel y estar preparado ante la necesidad de incorporar nuevos integrantes al equipo.
- Análisis económico-financiero:se trata de un aspecto clave que no debes dejar de analizar ya que determinará si tu empresa será rentable o no. La parte de las finanzas suele ser la que más quebraderos de cabeza nos puede dar a la hora de redactar el plan de negocio, pero aporta una de las informaciones más valiosas del plan. En esta fase debes realizar distintos documentos, entre los que podemos destacar: un balance general proyectado a tres años en el que analizarás los activos actuales de la empresa (local, mobiliario, etc.) y la financiación obtenida por diferentes vías. Otro reporte importante es el flujo de caja o cashflow (también proyectado a tres años) en el que podrás definir tus políticas de cobro, el ciclo de ventas de tu empresa, así como las obligaciones en cuanto a plazos de pago contraídas con tus proveedores. El análisis del punto de equilibrio y la tasa interna de retorno son dos indicadores que tampoco deben faltar. Si tienes dudas en este punto, consulta con un gestor financiero.
Por último, te recomendamos realizar un análisis de escenarios, poniéndote en el peor y en el mejor de los escenarios posibles. Puedes definir un escenario con un crecimiento de dos dígitos y otro con un crecimiento muy bajo, por ejemplo del 2-3%. De esta forma podrás ver como se comportan todas las variables si tu proyecto va bien o va mal. También es recomendable consultar con un profesional experto en Derecho para conocer la legislación aplicable en el caso de tu empresa, y no te olvides de elaborar un resumen ejecutivo lo más gráfico posible en el que se incluyan las conclusiones, datos y cifras más importantes. Este resumen ejecutivo, como comentábamos anteriormente, lo incluiremos en las primeras páginas para que te sea más sencillo obtener financiación si lo necesitas presentar ante organismos oficiales o entidades financieras.
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