Dicen que cuando te conviertes en padre o madre no vuelves a dormir ocho horas del tirón nunca más, por mucho que antes se te pegasen las sábanas. Es inevitable que con la llegada de esa nueva ‘personita’ a tu vida, se te agudice el instinto de protección y pases a ver peligros en cualquier rincón. Sabemos que te pones tu capa de superhéroe para rescatar a tu pequeño ante cualquier adversidad que se presente en el mundo físico, pero, ¿qué pasa cuando esos peligros acechan ocultos detrás de una pantalla de ordenador o móvil?
No existe una referencia a la que podamos acudir. Es decir, en la infancia de aquellos y aquellas que son padres hoy en día, el único peligro que podía venir de una pantalla era el de una patada virtual en el ‘Street Fighter’ de los recreativos del barrio, o que te desvelases con Alaska en el mítico programa televisivo “La bola de cristal”. Internet aún no había llegado a nuestras vidas en toda su plenitud, pero los niños y niñas de ahora nacen y crecen rodeados de redes de datos por las que muchos peligros pueden campar a sus anchas.
En este artículo vamos a darte algunos consejos que esperamos te sean útiles para conseguir que tus hijos utilicen internet de forma segura, y puedas minimizar los peligros que existen en la red para los niños y adolescentes. Toma buena nota, porque estas sencillas prácticas pueden ahorrarte muchos quebraderos de cabeza para proteger a los que más quieres.
Claves para que los niños y adolescentes estén protegidos en internet
Internet es como un enorme edificio con grandes ventanales y balcones abiertos a través de los que entra la información que necesitamos en cada momento y lugar; un conocimiento infinito a nuestra disposición y un mundo de diversión y entretenimiento. Aunque somos conscientes de las grandes ventajas del gran invento del siglo XX que ha cambiado la humanidad, es importante que tengamos en cuenta los peligros que subyacen en la red.
Si se utiliza de forma incorrecta, internet puede hacernos muy vulnerables, especialmente si hablamos de los menores de edad. Sin embargo, ya te adelantamos que es posible navegar por internet de forma segura tomando ciertas precauciones. En este sentido, la educación y la supervisión de los padres o tutores son aspectos que no podemos descuidar.
Educar en el uso de internet
La educación es básica a la hora de utilizar internet. Se dice que ahora los niños y niñas en vez de nacer con un pan debajo del brazo, lo hacen con una tableta, un móvil o un portátil, pero esto no les hace conocedores de los riesgos con los que pueden encontrarse en internet. Que sepan de forma intuitiva utilizar los dispositivos electrónicos, no hace que vengan educados de serie en su uso.
Es importante que antes de que accedan a internet tengan en mente una serie de pautas y recomendaciones sobre su uso. Debemos ser capaces de transmitirles los riesgos que existen en la red sin ser alarmistas, pero sí tratando de que sean precavidos en internet.
Establecer controles parentales
Por este motivo, antes de que comiencen a navegar por la red sin ningún control, debemos educarles y alertarles sobre los peligros que existen, darles las pautas de actuación ante situaciones que puedan ser peligrosas para ellos, e implantar un sistema de control parental en el que definamos las páginas por las que podrán navegar y por cuales no. Hoy en día existen numerosas aplicaciones de control parental como Safe Kids, Parently Control, Qustodio, Norton Family Parental Control o Kids Place, entre otras. Estas aplicaciones pueden configurarse en distintos dispositivos como tabletas, ordenadores o móviles.
Además de estos programas de control parental, existen filtros, sistemas de bloqueo de ventanas emergentes o motores de búsqueda específicos para menores que ya llevan estos controles para menores predeterminados.
Decir “no” a los desconocidos en redes sociales
Por otro lado, además, tendremos que definir las redes sociales que podrán utilizar. Es inevitable que, al igual que sus amigos, quieran comunicarse a través de las redes sociales, así que no se trata de prohibir, sino de supervisar su uso. Es recomendable que los padres tengan acceso a los perfiles en redes sociales de sus hijos para controlar a qué personas aceptan entre sus “amigos”.
Aquí podemos pensar que incurrimos en una intromisión en la intimidad de los pequeños, pero se trata únicamente de evaluar el uso que hacen para poder establecer las pautas y recomendaciones que les guiarán a la hora de navegar por las redes. Los expertos recomiendan que los menores no tengan un perfil en ninguna red social antes de los catorce años. A partir de esta edad, los padres deben configurar la privacidad de la red social y supervisar la actividad que realizan sus hijos en redes de forma continuada.
Hay que explicarles con la máxima claridad que nunca deben aceptar a personas desconocidas. Este es uno de los principales peligros de las redes sociales porque, como sabemos, hay adultos que con malas intenciones crean perfiles falsos en los que se hacen pasar por menores para poder contactar con ellos. Estos perfiles suelen estar creados al detalle y están pensados para captar a los menores incluyendo sus principales intereses y aficiones, por lo que hay que desconfiar y nunca, bajo ningún concepto, aceptar a personas que no conozcan. Es importante que aprendan a detectar los peligros para que puedan actuar de forma correcta.
Nunca dar información personal
Cuando los niños, niñas y adolescentes navegan por diferentes páginas de internet o acceden a sus perfiles en redes sociales pueden encontrarse con solicitudes de información personal. Debemos alertarles para que no accedan a facilitar cualquier tipo de información o dato que permita su identificación o la de los miembros de su familia. Por ejemplo, es importante que no den a conocer información como: su dirección postal, correo electrónico, número de teléfono, colegio en el que estudian, lugar de trabajo de los padres, espacios a los que acude con asiduidad como centros deportivos o academias de clases particulares, etc.
Cuidado con las fotografías
Además de evitar la información personal por escrito que pueda identificar al niño, la niña o el adolescente, también debemos tener en cuenta que las fotografías o vídeos que subimos a las redes sociales pueden aportar información al resto de usuarios sobre la vida diaria de los pequeños. Por ejemplo, sería importante evitar subir imágenes en las que se aprecie el uniforme escolar de los niños, la equipación deportiva del equipo en el que practican deporte, o el entorno en el que suelen jugar normalmente.
No descargar archivos poco confiables
En ocasiones, cuando navegamos por internet, nos topamos con descargas de archivos no confiables, programas o enlaces maliciosos que pretenden monitorizar la actividad de nuestro ordenador o terminal móvil. Hay que educar a los niños, niñas y adolescentes para que no descarguen y no accedan a estos programas, archivos o enlaces que les despierten desconfianza.
Ganarnos su confianza
Por mucho que intentemos controlar la actividad de nuestros hijos e hijas en internet, siempre habrá movimientos que se nos escapen. No podemos estar en todos los momentos en los que los menores tienen acceso a internet. Por tanto, es importante que tratemos de ganarnos su confianza, por ejemplo, en cuanto al uso de las redes sociales para que, si llega el momento en el que se enfrentan a una situación de acoso, seamos los primeros a los que acudan para comunicarnos la situación y poder así ponerle remedio cuanto antes.
Si se diese la situación y nuestro hijo o hija nos informase de una situación incómoda o de acoso vivida en internet, lo recomendable es actuar de forma tranquila y pausada, no poner el grito en el cielo, ni enfadarnos. Si lo hacemos, lo único que conseguiremos es que nuestros hijos no vuelvan a acudir a nosotros si la situación de acoso se repite en el futuro. Es recomendable actuar de forma comprensiva para que sigan confiando en contarnos estas situaciones.
Enseñarles a ser responsables
Además de enseñarles a ser precavidos en el uso de internet para sortear cualquier peligro con el que se encuentren, también es fundamental enseñarles a ser responsables. Deben ser conscientes de la importancia de respetar los derechos de los demás en internet. De esta forma, aprenderán a respetar los derechos de autor y a no descargarse obras literarias, cinematográficas, musicales o de cualquier otra índole sin respetar los derechos que amparan a sus creadores. Además, deben ser conscientes de las consecuencias legales que puede acarrear difamar y vulnerar la privacidad de otra persona colgando imágenes o datos sin su consentimiento.
También el tiempo de uso de internet es una cuestión de responsabilidad. Tal y como recomiendan los expertos, se deben pautar unos tiempos de uso de internet entre padres e hijos que atiendan a determinadas horas en los días de la semana y en los fines de semana. Es importante educar en la gestión inteligente del ocio y el tiempo libre.
Además de estas recomendaciones y consejos básicos, te damos dos trucos que te serán muy útiles a la hora de lograr que tus hijos utilicen internet de forma segura. Por un lado, te recomendamos colocar el ordenador de acceso a internet en un lugar transitado de la casa como puede ser el salón. De esta forma, podrás supervisar el uso que hacen tus hijos de internet sin ser demasiado invasivos. Y otro truco muy útil puede ser controlar los historiales de navegación después de que hayan utilizado internet.
Con estas sencillas recomendaciones podrás evitar y minimizar muchos riesgos, aunque la educación en este ámbito debe continuar también en las escuelas. Como decíamos, la educación y la supervisión permanente serán nuestros principales aliados para que nuestros hijos saquen todo el partido a internet, evitando sus inconvenientes.
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