La digitalización ha transformado la forma en que vivimos, trabajamos e interactuamos. Desde hacer compras online hasta realizar transacciones bancarias y comunicarnos mediante redes sociales, las actividades digitales ofrecen grandes beneficios. Sin embargo, este acceso también conlleva riesgos, especialmente en un contexto donde los ciberdelincuentes desarrollan métodos cada vez más sofisticados para engañar a usuarios y empresas.
A medida que más personas adoptan estas tecnologías, también aumenta la oportunidad para que actores malintencionados realicen estafas digitales. Ya no solo se trata de virus o de infecciones de software, sino de métodos diseñados para manipular a los usuarios directamente, aprovechándose de su confianza y de la falta de conocimientos de seguridad digital.
Según los últimos informes sobre cibercriminalidad en España, los fraudes cibernéticos representan una proporción importante de las denuncias, afectando tanto a individuos como a organizaciones. La educación y la prevención son clave para reducir el impacto de estos crímenes. Este artículo explora los tipos de estafas más comunes en el ámbito digital y ofrece soluciones para reconocer y evitar caer en ellas.