Mi nombre es Elisabeth, tengo un Ciclo Formativo Superior de Informática y desde 2007 soy la monitora/responsable del Centro de Internet-Punto de Inclusión Digital del Ayuntamiento de Daimiel. Por entonces, el aula estaba ubicada en la BPM, que disponía de 6 ordenadores, y allí fue donde comencé a realizar actividades formativas y a dinamizar el espacio. Dos años después se trasladó al Centro de Internet donde, desde entonces, ejerzo de responsable del aula para dinamizarla.

Pues intento dividir el tiempo que tengo en dos grandes bloques, formación y atención al usuario.

Respecto a la formación, es muy entrañable ver a las personas mayores con la ilusión y ganas de aprender con las que vienen. Es muy divertido trabajar con los niños más pequeños, ver cómo se plantean las cosas, y la gran capacidad de aprendizaje y el nivel de exigencia que tienen. Otro colectivo con el que trabajo son las personas con discapacidad, con ellos ves las ganas enormes que tienen de aprender y cómo luchan por una autosuficiencia.

Con la atención al usuario, es muy gratificante ayudar a las personas que se acercan por el centro. Nos encontramos muchas veces con personas que vienen realmente desesperadas y angustiadas, que no saben cómo comenzar una gestión ni llevarla a cabo. Finalmente, gestionar sus trámites digitales y que salgan del centro con el problema solucionado es algo muy satisfactorio.

Observando cómo, después de enseñar a un usuario a realizar un trámite o después de impartir un taller sobre Cl@ve y la administración electrónica, son capaces de gestionar de manera autónoma dichas tareas.

 Considero que invertir en formación digital para la ciudadanía es ofrecer un servicio muy importante para la autonomía de cada persona, y es muy importante que las administraciones hagan una apuesta fuerte por ello, ya que aún sigue existiendo una brecha digital muy grande que hay que ir combatiendo poco a poco.

Esta brecha, además, se vio agrandada por la no presencialidad en la pandemia y en gran parte se ha quedado ya presente, por lo que es importantísimo dotarlos de estos conocimientos

Pues, dependiendo del perfil, existen diversos campos abiertos. Considero que la habilidad fluida con el ordenador e Internet, para buscar información y llevar a cabo trámites en línea, es muy importante y hay que incidir en ello. Por otro lado, noto que los niños y jóvenes tienen ciertas carencias en sus conocimientos al realizar trabajos, tareas, trámites administrativos, etc. La mayoría utiliza la tecnología principalmente para el ocio, lo que puede resultar en un dominio total de las redes sociales, por ejemplo, pero encuentran dificultades al realizar trámites administrativos, como presentarse a una bolsa de trabajo a través de una sede electrónica.

No tengo la fórmula del éxito, pero creo que se debe al esfuerzo constante a lo largo de muchos años en dinamizar y difundir el servicio.

Colaborar con diversas delegaciones, gestionar de manera activa y constante las redes sociales, participar en la radio local, salir en ocasiones a la calle, al mercado municipal… Creo que no solo consiste en que los usuarios se acerquen a ti, sino acercarte tú a ellos para dar a conocer el servicio y sus novedades.

Y, ante todo, es fundamental atender al usuario de la misma manera en que nos gustaría recibir atención.

En los pueblos "pequeños" (Daimiel no es tan pequeño), creo que el proceso de digitalización es más lento que en las grandes urbes. Aquí todavía funciona el boca a boca o la entrega de curriculum vitae en mano para conseguir un trabajo (es un reflejo), pero si eso lo extrapolamos a ciudades más grandes, dejó de existir hace algún tiempo. Entonces, eso nos permite que los usuarios se adapten con más facilidad a los "nuevos tiempos", pero aún así venimos arrollados por la era digital en la que tenemos que adaptarnos sí o sí, y cuanto antes lo hagamos, mejor.

Elisabeth López, con su dedicación y empatía, ha guiado a la ciudadanía de Daimiel en su viaje por el mundo digital, donde la tecnología dejó de ser una barrera para convertirse en una puerta abierta a nuevas oportunidades. Su trabajo en el Punto de Inclusión Digital no solo ha sido una fuente de conocimiento, sino también un faro de empoderamiento para jóvenes, adultos y personas mayores. Detrás de cada logro, desde la escritura de un libro ilustrado hasta el estímulo a jóvenes para abrazar la informática y la era digital, se encuentra la huella de una dinamizadora que ha tejido historias digitales en la comunidad. Su labor continúa, traspasando fronteras digitales y creando un impacto duradero en la vida de quienes buscan la senda hacia la inclusión digital.